Los inversores más mayores asumen más riesgo
Según el Estudio Global de Inversión de Schroders, casi la mitad de los inversores de más de 55 años han comprado criptodivisas en los últimos dos años. Este dato apunta a que el interés por las inversiones de alto riesgo no se limita a los jóvenes.

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La investigación de Schroders señala que los inversores más mayores, y también los jóvenes, están invirtiendo sus ahorros en una serie de posiciones de mayor riesgo, que incluyen las criptodivisas y las inversiones centradas en sectores concretos, como la asistencia sanitaria y la tecnología.
Aunque el hecho de que los jóvenes invierten en bitcoin y otras criptodivisas está muy documentado, los datos de Schroders descubren un sorprendente interés entre los ahorradores más mayores, también entre los mayores de 75 años.
Un tercio de aquellos con edades comprendidas entre los 55 y los 74 años (el 34%) afirmaron haber comprado criptodivisas en los doce meses anteriores a la primavera de 2021. Para el 16% de los encuestados de este grupo de edad, era la primera vez que lo hacían, mientras que el 17% afirmaba ampliar las posiciones que ya tenía. Un pequeño aunque significativo porcentaje del 15% de los mayores de 75 años también había invertido en criptodivisas en el mismo periodo.
Estas conclusiones forman parte del Estudio Global de Inversión 2021 de Schroders, la encuesta anual de referencia que destaca las tendencias basadas en las respuestas y opiniones de más de 23.000 inversores de 33 localizaciones. Los datos se recopilaron entre marzo y agosto de 2021.
Aunque las conclusiones de Schroders confirman que los inversores entre 18 y 41 años son los más comprometidos con las criptomonedas (véase la siguiente tabla), la diferencia entre los más jóvenes y los más mayores es menor de lo que cabría esperar. Por ejemplo, el 24% de los encuestados entre 18 y 22 años invirtieron en criptodivisas por primera vez el año pasado, frente al porcentaje similar del 22% de aquellos entre 42 y 54 años.

Todas las generaciones asumen más riesgo
Más de un tercio de los inversores de todos los grupos de edad afirmaron que han asignado o asignarán un mayor porcentaje de su cartera a inversiones de alto riesgo tras el fin del confinamiento. Quizá no resulte sorprendente que los inversores más jóvenes sean los que más se interesan por el riesgo, con un 44% de los encuestados entre 18 y 37 años que afirma que incrementará su asignación a inversiones de mayor riesgo. Sin embargo, el 28% de los inversores entre 51 y 70 años, y el 22% de los mayores de 71 también apuntaron que asumirían más riesgo.

Los sectores emergentes, cada vez más populares
Además de las criptodivisas, también existe demanda de nuevas tecnologías conforme los ahorradores viran hacia clases de activos de mayor riesgo o más novedosas (véase la siguiente tabla). Entre los inversores de todas las edades, las acciones y fondos relacionados con el vehículo eléctrico se clasifican como los más populares (24%), seguidos de los de biotecnología (23%). Las acciones de Internet y tecnología y las criptomonedas comparten el bronce.

De nuevo, al analizar los datos por grupos de edad, vemos que los ahorradores más mayores también muestran interés por esos activos. Casi la mitad de los encuestados entre 55 y 74 años (el 45%) han invertido en fondos o acciones relacionados con el vehículo eléctrico, o afirmaron querer hacerlo. Otro 27% de los encuestados de más de 75 años respondieron lo mismo.

Según Lesley-Ann Morgan, Responsable de Estrategia Multiactivo de Schroders, el estudio revela que muchos inversores creen ahora que tienen que asumir más riesgo para conseguir rentabilidad después de la pandemia.
La disrupción de la economía tras la irrupción del COVID-19 ha jugado un papel muy importante a la hora de dar alas a esta tendencia. En un entorno de tipos bajos, no es sorprendente que las inversiones de mayor riesgo hayan ganado atractivo.
En los últimos años, el valor de muchas inversiones y posiciones, entre ellas, muchas criptodivisas muy comunes en las carteras, ha subido con fuerza. Es posible que esta tendencia no se mantenga mucho más tiempo.
En general, estas conclusiones demuestran que el porcentaje de inversores abiertos a asumir más riesgo ha aumentado. Sin embargo, puesto que un 63% de los encuestados afirma que la evolución de sus inversiones afecta a su salud mental, Morgan advierte que hay que ser sensatos a la hora de valorar el riesgo.
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