Por qué los bonos corporativos ya no son aburridos
Tras los recientes movimientos del mercado, es hora de volver a pensar en los bonos corporativos. La buena noticia es que, tras un largo periodo en el que los mercados de crédito parecían ofrecer a los inversores pocos motivos para entusiasmarse, los bonos corporativos vuelven a ser interesantes.

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La reciente volatilidad ha agitado los mercados de crédito, dando lugar a las valoraciones y los niveles de renta más atractivos que hemos visto en más de un año. La dispersión en el mercado también ha mejorado, lo que sugiere mayores oportunidades de generar beneficios mediante la selección de valores o empresas.
Por qué han dejado de ser aburridos
Durante un tiempo relativamente largo, los mercados de crédito han parecido bastante aburridos. En los 18 meses transcurridos hasta finales de enero, el rendimiento del mercado europeo de bonos corporativos con grado de inversión ha llegado con dificultad al 0,4%. Asimismo, la media del mercado de alto rendimiento ha estado por debajo del 3%.
La prima de rendimiento media (diferencial de crédito) entre los bonos corporativos y los bonos del Estado rara vez ha superado el 1% para el grado de inversión europeo en este tiempo, o el 3,5% para el alto rendimiento. Que el diferencial sea mayor que el rendimiento es inusual y se explica por los rendimientos negativos de los bonos soberanos.
La historia se ha repetido en los principales mercados de bonos corporativos de todo el mundo. A finales de 2020, la proporción de los mercados de grado de inversión en euros que generaban rendimientos negativos era superior al 40%. Los inversores que necesitaban generar ingresos de sus inversiones estaban siendo privados de rendimiento. Afortunadamente para los que buscan rentas, esto está empezando a cambiar.
En las primeras semanas de 2022, hemos visto una gran volatilidad en los mercados, impulsada particularmente por la incertidumbre macroeconómica y por las medidas más agresivas de los bancos centrales. Esto ha hecho que el mercado se centre en la cuestión de la contundencia con la que los bancos centrales responderán a la elevada inflación.
Al mismo tiempo, el crecimiento mundial se está desacelerando. Los indicadores adelantados de la economía estadounidense, es decir, los índices de gestores de compras (PMI), cayeron de 57 en diciembre a 51 en enero (más de 50 indica expansión económica, menos de 50 contracción). La inflación sigue siendo elevada, impulsada por los altos precios de la energía y los alimentos, así como por las presiones salariales más persistentes.
Los rendimientos de la deuda pública en EE.UU. y Europa aumentaron significativamente y los diferenciales de crédito se ampliaron, ya que los bancos centrales expresaron con mayor decisión su voluntad de endurecer la política monetaria para luchar contra la inflación. Con tres señales consecutivas de endurecimiento por parte de los bancos centrales, no es de extrañar que los mercados se hayan inquietado.
La Reserva Federal ya se había "comprometido", comenzando a reducir las compras de activos y señalando las subidas de tipos de interés que se avecinaban. En enero, sin embargo, sus comentarios parecían abrir la puerta a una trayectoria de endurecimiento más rápida. (El Banco de Inglaterra (BoE) alimentó entonces la frenética actividad del mercado con su decisión de comenzar a retirar sus tenencias de bonos y subir los tipos de interés el 3 de febrero. Ese mismo día, el Banco Central Europeo (BCE) se negó a descartar una subida de los tipos de interés en la eurozona este año).
El resultado ha sido una venta fuerte en los mercados de bonos europeos, con un endurecimiento significativo de la política que se ha descontado rápidamente en los mercados de crédito. De hecho, es posible que los mercados hayan reaccionado de forma exagerada.
Con una mirada más calmada y lúcida, esta reacción del mercado, a pesar del daño a corto plazo, está creando oportunidades. Los rendimientos han subido mucho y ahora son mucho más atractivos. Esto hace que las perspectivas para el resto del año sean más prometedoras.
¿Dónde están los rendimientos?
Los rendimientos de los bonos de grado de inversión y de alto rendimiento en euros subieron hasta el 1,1% y el 4,3%, respectivamente, en la segunda semana de febrero. Ninguno de los dos niveles se había visto desde 2020. Los diferenciales de los bonos corporativos en euros, para los segmentos de calificación A y BBB, se han ampliado por encima de su media a largo plazo y el mercado de bonos corporativos en euros ofrece un diferencial de unos 118 puntos básicos (pb).
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