Q&A: Cómo animamos a las empresas estadounidenses a ofrecer bajas por enfermedad común remuneradas
Apoyar el bienestar de los empleados es fundamental para atraer y retener el talento. En EE. UU., muchos trabajadores del sector minorista y servicios no tienen acceso a bajas por enfermedad común remuneradas, por lo que hemos colaborado con empresas estadounidenses en este tema.
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La gestión del personal es un tema de compromiso prioritario para nosotros, ya que puede afectar al valor a largo plazo de las empresas en las que invertimos.
Los empleados ayudan a impulsar la ventaja competitiva de una empresa. Al invertir en su plantilla, las empresas pueden atraer, retener y desarrollar el mejor talento.
Animamos a las empresas a evaluar la remuneración y las prestaciones, y a velar por la salud física y mental de sus empleados. Esto incluye la baja por enfermedad común remunerada, un tema sobre el que hemos instado recientemente a nuestros holdings estadounidenses del sector minorista y servicios a establecer una política en la que se disponga una provisión suficiente al año, accesible para todos los empleados.
En estas Q&A, Katie Frame (Responsable de Compromiso Social de Schroders), Lucy Larner (Asociada de Compromiso Social), Marina Severinovsky (Responsable de Sostenibilidad en Norteamérica) y Simone Geldenhuys (Especialista sectorial a nivel global) explican por qué la baja por enfermedad común remunerada es un tema de interés, qué han intentado saber sobre las políticas de las empresas, cómo han cambiado los enfoques desde la pandemia y cuáles son algunos de los retos y oportunidades.
Dada la magnitud de los problemas sociales a los que se enfrentan las empresas en EE. UU., ¿por qué centrarse en la baja por enfermedad común remunerada? ¿Por qué es un tema importante en este momento?
Katie Frame (KF): “EE. UU. es uno de los dos únicos países de los 38 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que carecen de una baja por enfermedad común remunerada a nivel de país.
“La pandemia de Covid-19 puso de relieve la cuestión de las bajas por enfermedad común remuneradas, ya que las normas de autoaislamiento obligaban a los empleados enfermos o que habían estado en contacto con un contagiado a quedarse en casa.
“Muchas empresas fueron obligadas a pagar una baja por enfermedad común o se les presionó de otro modo para que aprobaran una política de baja por enfermedad común remunerada. Colaboramos con empresas del sector minorista y servicios para saber cómo habían desarrollado sus políticas en el inicio de la pandemia, qué habían aprendido en el transcurso de la misma y cuál era la situación actual de sus políticas.
Marina Severinovsky (MS): “Estamos viviendo una etapa de transición en la demografía mundial y un cambio cultural que exigirá a las empresas plantearse realmente cómo abordan las relaciones con sus trabajadores.
Simone Geldenhuys (SG): “Estamos viendo más propuestas legislativas en EE. UU. destinadas a proteger los derechos y salarios de los trabajadores. Por ejemplo, la Ley FAST propuesta en septiembre de 2022 en California pretendía subir los salarios mínimos de los restaurantes. Podría decirse que los inversores ven con mejores ojos a las empresas que ya pagan a su personal por encima de la tasa propuesta, que a aquellas que podrían tener que reducir sus márgenes para cumplir un requisito como este en el futuro.
¿En qué tipo de empresas os habéis centrado y qué preguntas se han planteado?
KF: “Nos centramos en las empresas minoristas y de servicios estadounidenses porque, históricamente, estos sectores han sido los menos propensos a conceder bajas por enfermedad común remuneradas. Por ejemplo, en 2019, el 36 % de los trabajadores del sector minorista no tenía acceso a una baja por enfermedad común remunerada, según Pew Research Center.
“Entre las preguntas que hemos formulado están las siguientes:
- «¿Ofreces bajas por enfermedad común y permisos familiares remunerados a todos los empleados?»;
- «¿Interactúas con los empleados para saber qué prestaciones son las más importantes para ellos?»;
- «¿Tus prestaciones son acordes con los valores de la empresa?» e
- «¿Involucras a los accionistas en tu oferta de prestaciones?»”.
¿Cuáles son los beneficios de la PSL para los empleadores? ¿Las prestaciones al personal como esta son positivas para la cuenta de resultados?
KF: “Los empleadores pueden lograr beneficios gracias al aumento de la productividad, la reducción de la rotación de personal y la prevención de la transmisión de enfermedades en el lugar de trabajo”.
MS: “Dado que la demografía sigue cambiando, lo que agrava la escasez de mano de obra, creemos que las empresas que ofrecen prestaciones al personal que favorecen la retención de trabajadores y ayudan a crear una cultura de mayor productividad probablemente obtendrán beneficios financieros reales por ello”.
SG: “Nuestros compromisos han demostrado que, a largo plazo, las inversiones en salarios y prestaciones a los trabajadores pueden crear una plantilla muy motivada y reducir la rotación de personal. En última instancia, creemos que estos resultados tienen un efecto positivo en el crecimiento de las ventas y la cuota de mercado de una empresa”.
¿Creéis que la situación ha cambiado desde la crisis de la Covid-19, o que las empresas están volviendo a sus políticas prepandemia?
MS: “Tras la experiencia de la Covid, el personal no vuelve a caer en las viejas costumbres. Su tolerancia o interés por hacer sacrificios en el trabajo parece ser mucho menor. Esto incluye desde la flexibilidad laboral hasta la sensación de que los valores de la empresa coinciden con los propios.
Lucy Larner (LL): “Algunas empresas se han centrado en la baja por enfermedad común remunerada tras observar los beneficios que puede aportar a los trabajadores y sus negocios. Otras tienen políticas en vigor que pueden no ser tan generosas como las de la Covid-19, pero que, no obstante, ofrecen a los trabajadores la posibilidad de disfrutar de tiempo libre remunerado”.
¿Qué opináis de la PSL?
LL: “Creemos que los beneficios de la baja por enfermedad común remunerada compensan los costes y que, al garantizar que los trabajadores puedan quedarse en casa cuando estén enfermos, los empleadores envían una importante señal a su plantilla de que su salud y bienestar son una prioridad.
“Las ausencias imprevistas también pueden interrumpir las operaciones diarias. Al ayudar a prevenir la transmisión de enfermedades a los trabajadores, la baja por enfermedad común remunerada puede contribuir a un correcto desarrollo de la actividad y, en última instancia, a ahorrar costes. Según un estudio publicado en el «Journal of Occupational Environmental Medicine», los empleadores podrían ahorrar hasta 1.880 millones de dólares en costes relacionados con el absentismo si adoptaran la baja por enfermedad común remunerada”.
¿Alguna anécdota interesante de los compromisos alcanzados?
LL: “Un minorista de mejoras para el hogar nos dijo que descubrió que los empleados tienen tres veces menos probabilidades de abandonar la empresa cuando hacen uso de sus prestaciones. La empresa había introducido mejoras, como días de baja por enfermedad común remunerada para los trabajadores a tiempo parcial”.
Dadas las ventajas que habéis mencionado, ¿por qué creéis que no hay más empresas que adopten la PSL? ¿Cuáles son los principales retos?
LL: “A menudo, oímos que las empresas dan prioridad a otras prestaciones, como subir los salarios u ofrecer oportunidades de promoción. Aunque celebramos estas medidas, interpelamos a las empresas sobre si se debe compensar con otras prestaciones.
“Dada la actual escasez de mano de obra (que es especialmente acusada en los sectores minorista y servicios), es posible que los empleadores duden a la hora de conceder más tiempo libre a sus empleados, en un momento en el que pueden estar faltos de personal. En nuestra opinión, al conceder a los trabajadores una baja por enfermedad común remunerada, las empresas demuestran su compromiso con su bienestar, lo que puede aumentar la retención y evitar que la enfermedad se transmita en el lugar de trabajo.
“Otro reto son las diferencias en la disponibilidad de baja por enfermedad común remunerada para los trabajadores a tiempo parcial, en comparación con los trabajadores a tiempo completo. Nuestro compromiso se ha centrado en intentar que esta baja remunerada se extienda a los trabajadores a tiempo parcial”.
¿Cuáles son los próximos pasos? ¿Cómo pensáis influir en las empresas que no ofrecen PSL, y cuáles son vuestras expectativas para la temporada de votaciones?
LL: “Tras nuestro compromiso masivo en 2022, seguiremos colaborando con las empresas que no ofrecen una baja por enfermedad común remunerada a todos sus empleados. En cuanto a las empresas que no cumplieron nuestras expectativas, seguiremos observando la evolución de sus políticas y colaboraremos con ellas para volver a recalcar el valor que vemos en la PSL.
“También analizaremos detenidamente las propuestas de los accionistas sobre esta cuestión y apoyaremos las que creamos que beneficiarían a la empresa, así como a sus partes interesadas y accionistas”.
MS: “Los acuerdos relacionados con la plantilla, lo que se conoce como gestión del capital humano, serán especialmente importantes este año, dado el mercado laboral reducido y la importancia de retener y contratar talento. El año pasado, hubo varios acuerdos sobre el tema de la PSL y es un objetivo importante a considerar después de la pandemia de Covid. Estamos estudiando cómo evoluciona el enfoque de las empresas con respecto a las prestaciones para mejorar el bienestar y la productividad de sus empleados. Otro es el coste de la vida. Analizaremos detenidamente la retribución de los directivos y trataremos de promover la armonización entre el trato a la plantilla y a los directivos”.
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