En Schroders, creemos que, como inversores y como custodios de los activos de nuestros clientes, debemos asumir ciertas responsabilidades. Por eso, somos proactivos a la hora de intentar influir sobre las prácticas corporativas, para garantizar que las empresas en las que invertimos se gestionen de manera sostenible. Esto implica no solo vigilar qué hacen, también se trata de saber cómo lo hacen en su día a día. Creemos que, de este modo, conocemos mejor las empresas en las que invertimos y, por eso, podemos mejorar la rentabilidad de la inversión de nuestros clientes.
Colaboramos con las empresas para saber hasta qué punto están preparadas para un mundo cambiante
Trabajamos junto a ellas para influir en sus prácticas y a adaptrase a este mundo cambiante
Alzamos la voz para garantizar que los cambios tengan lugar
En este ejemplo, explicamos cómo funciona la propiedad activa de Schroders utilizando el sector del automóvil.
Nuestros inversores hablan habitualmente con los equipos directivos de las marcas de automóviles sobre qué medidas están tomando para adaptarse a la nueva normativa medioambiental y fabricar más modelos eléctricos.
El equipo de inversión sostenible ha colaborado con el resto de inversores para saber mejor cómo están preparando los recursos humanos para el cambio al vehículo eléctrico.
Atendiendo al conocimiento especializado y la perspectiva adquiridos a través del diálogo y la participación, hemos optado por votar en contra de las decisiones de algunos consejos que son lentos a la hora de adaptarse a estos cambios en la normativa medioambiental.
Schroders es una gestora global de primer nivel que opera en 37 localizaciones de Europa, América, Asia, Oriente Medio y África.
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