Los beneficios son solo el principio. Cuando invertimos, debemos esperar algo más que retornos financieros.
Descubre por qué compensa mirar más allá
Creemos que la sostenibilidad consiste en generar un impacto positivo con todo lo que hacemos, desde la manera en que actuamos como compañía hasta las inversiones que realizamos en nombre de nuestros clientes.
Todos tenemos la capacidad de ayudar a crear un mundo más próspero y sostenible para todos con nuestra participación en el sistema financiero asignando capital a áreas que ofrezcan valor tanto de inversión como social.
La manera en que asignamos el capital no solo determina los retornos financieros que podemos lograr, sino también el tipo de impacto que provocamos en el mundo.
Las empresas sostenibles pueden ejercer un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Es más, sus modelos de negocio son más sólidos y están mejor posicionados para apoyar el crecimiento a largo plazo. Así que la inversión sostenible nos hace tener más sentido social y de inversión.
La sostenibilidad lleva a la inversión más allá de la relación tradicional entre riesgo y rentabilidad. Es necesario incorporar una tercera dimensión (el riesgo de impacto) al proceso de inversión. Solo considerando estos tres pilares juntos podemos descubrir el auténtico potencial de inversión de un activo y ayudarte a conseguir los mejores resultados.
La inversión sostenible tiene en cuenta tanto los beneficios de una empresa como la forma en que los genera. Esto implica un cambio fundamental en la forma de considerar y valorar a las empresas. Entender el impacto que tienen en la sociedad y el planeta es clave para determinar sus verdaderos costes. El motivo es que las actividades negativas son riesgos que pueden traducirse en un coste financiero para la empresa. Identificar estos riesgos significa que podemos calcular sus beneficios ajustados por el impacto.
Esta es la base de la manera en que invertimos. Junto con el riesgo y la rentabilidad, tenemos en cuenta una tercera dimensión (riesgo de impacto), que se integra en nuestro proceso de inversión. Solo considerando estos tres pilares juntos podemos descubrir el auténtico potencial de inversión de una empresa.
impactIQ es nuestro conjunto de herramientas para medir el impacto de las empresas sobre la sociedad y el medio ambiente. Examina los factores externos de las empresas, los riesgos que plantean prácticas no sostenibles para su negocio y su alineación global con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de la ONU.
La participación activa es una parte fundamental de la inversión sostenible. Es un diálogo continuo con la dirección de la empresa que nos aporta una dimensión de conocimiento extra sobre las operaciones de una empresa y nos permite ayudarla en su transición hacia un modelo de negocio más sostenible.
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