El riesgo y la rentabilidad están correlacionados. En vista de la reducida rentabilidad que arrojan los activos seguros, resulta complicado lograr una rentabilidad significativa sin asumir cierto riesgo.
Numerosas sociedades se enfrentan a retos similares, puesto que el envejecimiento de la población en los países desarrollados ejerce cada vez más presión sobre los sistemas de pensiones. Por norma general, los inversores precisan de carteras capaces de batir a la inflación y crecer a un ritmo suficiente. Las soluciones de inversión necesarias para obtener estas rentabilidades son más volátiles que el efectivo y pueden estar sujetas a la posibilidad de que se produzcan mayores caídas en su valor. Comprender y aprovechar el riesgo resulta clave para contribuir a la consecución de objetivos financieros a lo largo del tiempo.
La resolución de problemas de inversión es una parte fundamental de lo que hacemos y se integra en todos nuestros productos. Asimismo, nuestros conocimientos y nuestra experiencia a escala mundial nos permiten concebir soluciones y estrategias de inversión personalizadas para grandes entidades financieras.
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