Perspectiva para 2025: Por qué los dividendos asiáticos merecen una mirada más de cerca
Ante las tensiones geopolíticas y la volatilidad del mercado, las acciones asiáticas con dividendos podrían proporcionar una fuente estable de ingresos.
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De cara a 2025, los argumentos a favor de las acciones asiáticas con dividendos nunca han sido más sólidos. El panorama actual de inversión está plagado de desafíos e incertidumbres. La evolución de las políticas económicas, la intensificación de las tensiones geopolíticas y la volatilidad de los mercados han creado un entorno complejo para los inversionistas. Las políticas comerciales esperadas del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como los posibles aranceles y sus efectos dominó en las cadenas de suministro globales, están siendo observadas de cerca por los inversionistas, mientras que los esfuerzos de China para reactivar su economía a través de medidas impulsadas por políticas están siendo recibidos con un optimismo cauteloso.
Los puntos álgidos geopolíticos, como la guerra en Ucrania y la escalada de las tensiones entre Estados Unidos y China, están complicando aún más las perspectivas, manteniendo el sentimiento de los inversionistas finamente equilibrado. En el caso de la renta variable asiática, esta dinámica va más allá de los riesgos principales; tienen implicaciones reales para las ganancias y las valuaciones de las empresas, lo que refuerza la necesidad de estrategias que ofrezcan estabilidad en medio de las turbulencias.
En un entorno así, los dividendos destacan como un ancla fiable. Históricamente, las estrategias centradas en el rendimiento han ofrecido un sólido rendimiento en tiempos de tensión del mercado, ya que las empresas que priorizan los pagos a los accionistas suelen poseer balances sólidos, ganancias constantes y cualidades defensivas que atraen a los inversores centrados en la estabilidad. Estas características hacen que las inversiones generadoras de ingresos sean una opción cada vez más atractiva.
Al mismo tiempo, el dominio de la renta variable estadounidense en los últimos cinco años ha sido innegable, impulsado por la escala y la innovación inigualables del mercado bursátil más grande del mundo. Sin embargo, este dominio ha llevado a una mayor concentración en unas pocas acciones de megacapitalización, lo que genera preocupaciones sobre la diversificación. Como resultado, los inversionistas ahora están buscando activamente alternativas a las asignaciones tradicionales.
Las acciones asiáticas con dividendos ofrecen una solución convincente, ya que combinan de manera única el potencial de crecimiento con la estabilidad. Estas cualidades no solo los convierten en una herramienta esencial para sortear la incertidumbre, sino que también proporcionan una valiosa diversificación para las carteras con una fuerte ponderación hacia la renta variable estadounidense. En la búsqueda de ingresos y resistencia, las acciones asiáticas con dividendos se destacan como un componente crítico de una estrategia de inversión prospectiva.
Quizás el argumento más sólido para invertir en acciones asiáticas con dividendos hoy en día radica en el aumento de las "sorpresas de dividendos", es decir, empresas que superan las expectativas del mercado al aumentar significativamente sus pagos. Históricamente, estas acciones han ofrecido un fuerte rendimiento superior tanto en los mercados alcistas como en los bajistas, lo que las convierte en valiosas adiciones a las carteras. Sin embargo, estas oportunidades son escasas, y a menudo surgen de cambios estratégicos, una mejor gestión del capital o una mejor gobernanza empresarial, factores que no se pueden crear artificialmente.
Si bien los dividendos asiáticos se han más que triplicado en las últimas dos décadas, la región todavía tiene algunos de los ratios de pago más bajos a nivel mundial, lo que deja un amplio espacio para que las empresas asignen una mayor proporción de las ganancias a los accionistas. Además, las condiciones financieras de las empresas en Asia son excepcionalmente sólidas. El rendimiento ha mejorado constantemente desde 2013, mientras que una gestión financiera conservadora ha reducido los niveles de deuda y ha reforzado los flujos de caja libres. En consecuencia, las empresas asiáticas están bien posicionadas para recompensar generosamente a los accionistas sin comprometer el crecimiento, lo que crea un terreno fértil para que prosperen las sorpresas de dividendos.
Dos catalizadores críticos están impulsando aún más esta tendencia. En primer lugar, las mejoras en curso en el gobierno corporativo en Asia están impulsando el impulso. A medida que los mercados maduran y transitan hacia el estatus desarrollado, las reformas de gobernanza desempeñan un papel cada vez más importante en la mejora de los rendimientos de los accionistas. En los últimos cinco años, países como Australia, Singapur, Malasia y Taiwán, que ya eran conocidos por su sólida gobernanza, han seguido elevando sus estándares. Incluso Corea del Sur, históricamente resistente al pago de dividendos, ha mostrado un progreso significativo, lo que refleja un cambio estructural y cultural hacia una mayor responsabilidad de los accionistas.
En segundo lugar, los gobiernos de toda la región han introducido políticas para crear un entorno favorable a los dividendos. Por ejemplo, la Junta de Bolsa y Valores de la India impuso políticas de dividendos para sus 500 principales empresas cotizadas en 2016, sentando un precedente para las prácticas centradas en los accionistas. Del mismo modo, las reformas del chaebol de Corea (una gran empresa dirigida y controlada por un individuo o una familia) y el Código de Administración, junto con las recientes directrices de China que promueven pagos más altos y una supervisión más estricta, señalan un compromiso para mejorar el valor para los accionistas.
En conjunto, estas reformas y la dinámica favorable del mercado están creando las condiciones ideales para un aumento de las sorpresas de dividendos en toda Asia. Para los inversoionistas, esto representa una oportunidad única de capitalizar la transformación de la región. Las acciones que pagan dividendos en Asia ofrecen una atractiva combinación de crecimiento, estabilidad y rendimientos superiores, lo que las convierte en una piedra angular para las carteras con visión de futuro. En un panorama definido por la incertidumbre y la evolución de las oportunidades, los argumentos a favor de los dividendos en Asia son más fuertes que nunca.
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