¿Cómo se descarboniza el transporte y por qué es una cuestión que debería importarle a los inversores?
El sector del transporte, especialmente en los mercados emergentes, es extremadamente difícil de descarbonizar. A medida que los gobiernos reconocen la necesidad de actuar con mayor urgencia, van apareciendo oportunidades de inversión.
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El transporte, como uno de los mayores responsables de las emisiones de carbono a nivel mundial, debe ser una prioridad para los gobiernos de todo el mundo a la hora de acelerar sus esfuerzos para abordar la descarbonización. Los planes actuales no llegan lo suficientemente lejos.
La renovada urgencia está creando una serie de oportunidades para los inversores en infraestructuras de transporte, especialmente en los mercados emergentes (ME).
¿Por qué es tan difícil descarbonizar el transporte?
El sector del transporte es uno de los que más contribuye al total de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial, ya que representa alrededor de un 20 % global cada año. La descarbonización del transporte es vital si se quieren alcanzar los objetivos de cero emisiones netas.
No es solo la enorme escala del desafío lo que hace que sea difícil de abordar, sino que también está creciendo rápidamente. Se prevé que la población mundial alcance los 8.500 millones en 2030, los 9.700 millones en 2050 y los 11.200 millones en 2100. Las funciones sociales y económicas fundamentales del transporte hacen que se prevea un crecimiento masivo de la demanda en las próximas décadas. Las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la actividad del transporte podrían aumentar un 60 % para el año 2050.
Para los países en desarrollo la tarea es especialmente difícil. En muchos ME, las emisiones del transporte crecen mucho más rápido que las economías. Entre 1990-2018, por ejemplo, las emisiones del transporte crecieron dos veces más rápido que el PBI en Nigeria, y seis veces más rápido en Nepal. Ofrecer una movilidad eficiente, segura y asequible, con una pequeña huella climática, supone una tarea titánica.
Aun así, el mundo está despertando al hecho de que incluso si las políticas actuales y comprometidas tuvieran éxito, el cero neto no es posible. Las emisiones de carbono del transporte seguirían creciendo casi un 20 % para 2050. Unas políticas muy ambiciosas podrían reducir estas emisiones en un 70 %, pero no a cero.
Se están aplicando políticas más agresivas y se están fijando objetivos de descarbonización aún más ambiciosos. A medida que más gobiernos de todo el mundo se comprometan con renovado vigor, muchos de los obstáculos que impiden un progreso más rápido hacia la descarbonización deberían derrumbarse. Esto está creando enormes oportunidades para los inversores.
Los cuatro temas clave relativos a la descarbonización que impulsan oportunidades
- Aumentar la eficiencia energética
El aumento de la eficiencia energética es uno de los mejores caminos hacia la descarbonización. Las normas obligatorias de ahorro de combustible están acelerando las mejoras exigidas en la intensidad de las emisiones. En muchos países, tanto avanzados como en vías de desarrollo, está en vigencia la normativa sobre economía de combustible promedio corporativa (CAFE, Corporate Average Fuel Efficiency/Economy). Estas normas y reglamentos pretenden reducir el consumo de combustible y/o mejorar su eficiencia reduciendo las emisiones de dióxido de carbono (CO2), y tienen el doble objetivo de reducir la dependencia del petróleo como combustible y controlar la contaminación. La Comisión Europea ha adoptado un paquete de propuestas legislativas denominado "Fit for 55" en el marco del Pacto Verde Europeo, cuyo objetivo es reducir las emisiones netas en al menos un 55 % (respecto a 1990) para 2030.
- Combustibles de baja emisión de carbono
En los ámbitos en los que la electricidad no es una opción realista (especialmente en sectores difíciles de abordar, como la aviación y el transporte marítimo), los combustibles de baja emisión de carbono serán esenciales. Se prevé que el sector del transporte marítimo represente hasta el 10 % de todas las emisiones mundiales para 2050, y la electrificación de los buques aún no es una opción viable. Los combustibles con bajas emisiones de carbono, en particular los biocombustibles y los combustibles basados en el hidrógeno azul y verde, ofrecen una variedad de soluciones potenciales a los desafíos a los que se enfrentan los vehículos eléctricos.
- Gestión de la demanda de transporte (GDT)
La GDT es una estrategia que pretende maximizar la eficiencia del sistema de transporte promoviendo modos de transporte más eficaces, saludables y respetuosos con el medio ambiente. Su objetivo es conseguir que los ciudadanos abandonen los vehículos de uso individual y utilicen modos de desplazamiento más eficientes, como el transporte público, el uso compartido de vehículos y la utilización de vehículos no motorizados, como las bicicletas.
- Electrificación
En el impulso hacia la descarbonización, la electrificación es un factor de cambio. En la actualidad, el transporte por carretera representa alrededor de tres cuartas partes de la energía del transporte mundial. La electrificación de los vehículos, junto con los viajes a pie, en bicicleta y en transporte público, son iniciativas clave que nos ayudarán a alcanzar este objetivo. Por ejemplo, aunque los elevados costos de los vehículos han frenado su adopción por parte de los particulares, las economías a largo plazo de la electrificación de las flotas de vehículos comerciales tienen sentido desde el punto de vista comercial (costo total de la titularidad = costos de funcionamiento + precio de compra).
¿Cuáles son las oportunidades para los inversores en infraestructuras de los mercados emergentes?
Si queremos triplicar la escala de inversión requerida para el cero neto (de 390.000 millones de dólares al año a principios de la década de 2020 a 1,2 billones en la década de 2030), es fundamental movilizar la financiación privada.
Electrificación
De los cuatro motores clave de la descarbonización, la electrificación es posiblemente la fuente más rica de oportunidades de inversión en la actualidad.
La industria automotriz de la India es la quinta del mundo y se prevé que sea la tercera más grande en 2030. Al abastecer a un amplio mercado nacional, la dependencia en los modos convencionales de movilidad con uso intensivo de combustible no será sustentable. El cambio hacia los vehículos eléctricos beneficiará a la India en muchos frentes. India cuenta con abundantes recursos energéticos renovables y disponibilidad de personal cualificado en los sectores tecnológico y manufacturero.
La India ya cuenta con el mayor compromiso de electrificar su flota corporativa en el marco de la iniciativa EV100. La iniciativa EV100 está formada por 122 entidades que se han comprometido a cambiar sus flotas de vehículos por vehículos eléctricos o a instalar sistemas de recarga para el personal o los clientes antes de 2030. Incluye empresas como Flipkart, Myntra, IKEA y Zomato, todas las cuales se han comprometido a una transición al 100% de vehículos eléctricos para 2030. La electrificación prevista en la India de 194.388 vehículos supera las 176.154 unidades previstas en el Reino Unido y las 71.264 de Francia.
La electrificación del transporte también está ganando interés en los países de la ASEAN. A medida que los vehículos eléctricos van ganando adeptos en la industria del automóvil, muchos fabricantes se están involucrando cada vez más. Tailandia es uno de los principales mercados de vehículos eléctricos del sudeste asiático, con un plan para fabricar alrededor de 1,2 millones de vehículos eléctricos y establecer 690 estaciones de recarga.
Los fabricantes de automóviles también están mostrando interés, no solo en fabricar vehículos eléctricos, sino también en construir la infraestructura de recarga necesaria, como VinFast en Vietnam.
El sudeste asiático también está llamado a convertirse en un centro mundial de fabricación de baterías. En Tailandia, el Consejo de Inversiones tailandés ha aprobado 10 proyectos de fabricación de baterías. Tendrán una capacidad anual de 500.000 baterías de automóviles y dos proyectos de fabricación de estaciones de carga que producirán más de 4.400 tomas al año.
El gobierno indonesio quiere crear un holding de baterías de propiedad estatal para fabricar entre 8 y 10 GWh de baterías al año. El país está dotado de abundantes reservas de níquel, principal componente de las baterías de los vehículos eléctricos, lo que le da confianza para incursionar en el espacio de fabricación de baterías.
Combustibles de baja emisión de carbono
También están surgiendo oportunidades para los combustibles con bajas emisiones de carbono. Sin embargo, aún no se ha desarrollado una infraestructura que facilite el despliegue generalizado de los combustibles con bajas emisiones de carbono. El hidrógeno, el amoníaco, el metanol y el metano licuado requieren modificaciones en los motores y en los sistemas de almacenamiento de combustible. Para que el hidrógeno sustentable se convierta en una industria viable es necesario optimizar los costos a lo largo de toda la cadena de suministro, así como mejorar la seguridad. Las rutas a seguir para conseguir combustibles con bajas emisiones de carbono no son una solución a corto plazo. Aun así, tienen un gran potencial de descarbonización y representan una serie de oportunidades a medio y largo plazo.
Japón planea construir una red de suministro de hidrógeno que incluya a Australia y Brunei, ya que pretende importar 300.000 toneladas de este combustible al año para 2030. Los tres países han colaborado en la reducción de los costos del hidrógeno para que sea competitivo frente a los combustibles fósiles, lo que supone una vía factible para reducir la huella de carbono.
La clave del hidrógeno de bajo costo será su extracción del carbón de lignito, que abunda en Australia. Debido a su escasa calidad, el lignito no se transporta mucho por todo el mundo y sus costos son bajos. Las emisiones de carbono durante el proceso de producción de hidrógeno se reducirán mediante tecnologías de captura y almacenamiento. La empresa japonesa-australiana de producción de hidrógeno a partir de lignito está preparada para empezar a cargar su primer cargamento en el primer transportador de hidrógeno líquido del mundo en una operación de prueba a principios de este año. El constructor naval japonés Kawasaki Heavy Industries (KHI) construyó el barco llamado "Suiso Frontier". Suiso es la palabra japonesa para el hidrógeno. En Brunéi, se terminó de construir en 2019 una planta que extrae hidrógeno del gas natural, y ya han comenzado los envíos a Japón.
A medida que la transición hacia el carbono cero se acelera, parece que tiene cada vez más posibilidades de convertirse en una oportunidad de inversión que marque una época.
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