Lo que aprendí en mi primer viaje a Brasil en dos años
Pablo Riveroll, jefe de renta variable brasileña y latinoamericana, analiza las conclusiones clave de su primer viaje a Brasil desde el inicio de la pandemia.

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En febrero, emprendí mi primer viaje a Brasil desde el inicio de la pandemia de covid-19. Muchas cosas han sucedido en los dos últimos años, y especialmente, en un año electoral, había mucho que debatir.
Como todo el mundo, me he mantenido en contacto con clientes, empresas, colegas y otras personas a través de las videollamadas. Si bien son excelentes, hacer una visita presencial tiene múltiples beneficios.
Beneficios de las visitas presenciales
En la era de la pandemia, las videollamadas son la nueva normalidad. Funcionan bien y son un medio de comunicación eficiente y eficaz. Sin embargo, algunos aspectos se pierden.
Por ejemplo, los diez minutos previos al comienzo de una reunión suelen darnos la oportunidad de mantener conversaciones informales con otros participantes y entender mejor su idiosincrasia y sus vidas. Con frecuencia, esto nos permite adquirir una perspectiva más local o, simplemente, experiencias más anecdóticas de lo que en verdad está sucediendo. Estos datos de interés son importantes a la hora de entablar relaciones y, en algunos casos, pueden ser útiles en nuestros análisis como inversores.
Las reuniones en sí mismas también nos permiten interpretar otros elementos, como el lenguaje corporal, las expresiones faciales y el contacto visual, que son más difíciles de evaluar en una videollamada. Los equipos gerenciales de las empresas también dan la impresión de ser más abiertos y naturales en los encuentros presenciales.
Reunirse con empresas y clientes en persona es fundamental para entablar relaciones, generar confianza y lograr la comprensión. Esto es especialmente cierto en lo que respecta a interactuar con empresas sobre la cuestión medioambiental, social y de gobierno corporativo (ESG).
En este viaje, me reuní con líderes comerciales con quienes, sin saberlo, ya había trabajado en una empresa anterior. También conocí a una persona que había trabajado en Ciudad de México, donde yo me crie, para otra empresa del sector de inversión latinoamericana.
Un contraste interesante fue el enfoque que las diferentes empresas adoptaron con respecto al trabajo flexible. También pude observar en qué medida se desarrolla la vuelta a la oficina. En las reuniones con los líderes comerciales en sus despachos, por momentos era evidente que había relativamente pocos empleados trabajando desde las sedes. Claro que esto es solo una parte de la película, pero para muchas industrias, el flujo de información es importante. Entender cómo funciona esto fue, por ello, un área de interés en algunos casos.
Durante mi estadía en Brasil, solía compartir un taxi con colegas que vivían allí para ir a visitar empresas o clientes. Atravesar los embotellamientos de San Pablo me daba la oportunidad de ponerme al día y compartir pensamientos e ideas. Incluso, esto habilitaba un interrogatorio posterior; en Londres, solía requerir una llamada adicional.
Con respecto a los embotellamientos, a decir verdad, eran menos graves que antes de la pandemia. Esta es la función de las políticas de trabajo en casa. Bien pudieron contribuir a la productividad, ya que San Pablo era famoso por el caos de tráfico; la gente solía decir que perdía de una a cuatro horas por día atascada en el tráfico.
¿Qué aprendí?
Parece claro que la recuperación económica de Brasil se ha dado en forma de K; con ganadores y perdedores.
La inflación, que llegó al 10,5 % en febrero, junto con la suba de las tasas de interés, está impactando en la economía nacional. Las personas de ingresos bajos a medios son las más golpeadas, ya que suelen destinar gran parte de su ingreso disponible al pago de transporte y alimentos.

La suba de los precios de los alimentos ha ocupado los titulares en todo el mundo, debido a las consecuencias de la invasión de Rusia a Ucrania. En Brasil, el impacto de la sequía en enero de este año ha presionado al alza los precios de algunos alimentos. No cabe duda de que la suba actual en los precios de las exportaciones de alimentos exacerbará la inflación que existe en el mercado doméstico de estos productos.
Los comerciantes con los que hablamos nos confirmaron estos puntos, y las empresas nacionales que conocimos informaron una demanda débil, ya que el ingreso disponible está siendo presionado por la inflación. Muchas de estas empresas incluso enfrentan una suba de costos de las materias primas o los costos laborales, lo cual solo agrega más presión a los márgenes de ganancias.
A modo de anécdota, nos enteramos de que los precios de los automóviles subieron cerca del 30 % al 40 % en los últimos doce meses. Los precios de las viviendas han aumentado del 40 % al 50 % en los últimos dos años; entonces, los propietarios de activos son ricos, aunque sus salarios estén por detrás de la inflación. Es probable que quienes poseen carteras de inversión se hayan beneficiado en los últimos años. A pesar de un 2021 débil para la renta variable brasileña, el sector financiero de Brasil, en general, ha experimentado un periodo fuerte en los últimos años. Más de cuarenta y cinco empresas cotizaron sus acciones en B3, la principal bolsa de valores del país, en 2021, y recaudaron $11,9 mil millones. Es la cifra anual más alta de inscripción en bolsa desde 2007.

También visitamos clientes y empresas en Río de Janeiro, lo cual, en cierta medida, nos permitió comparar las dos ciudades. Río tiene muchos edificios deteriorados que necesitan refacción; en cambio, este proceso ya está en marcha en San Pablo, donde pueden verse obras en construcción en casi toda la cuidad. Sin embargo, hay nuevos aires de esperanza en el estado de Río de Janeiro en términos más amplios, ya que la aceleración de la inversión petrolera comienza a alimentar la economía en general. De cara a las fiestas de Carnaval, nuestro hotel en Río estaba atípicamente lleno, tal vez por lo económico del real brasileño y por la alta demanda de viajes desde Norteamérica y Europa en la pospandemia.
Esta información y las diversas observaciones son útiles a distintos niveles. Básicamente, regresamos a Londres con una perspectiva de consumo más pesimista y la idea de que la inflación no aumentará tan pronto como esperábamos.
Hasta la oficina local había cambiado
Schroders opera en Brasil desde hace más de veintisiete años, y visito la oficina local desde hace más de diez. Sin embargo, esta vez, tuve que buscar una nueva dirección. La oficina se mudó al centro del distrito comercial, cerca de Avenida Brigadeiro Faria Lima, la Wall Street brasileña.
En lugar de pensar en una reducción, debido a la nueva tendencia hacia el trabajo en casa, se pasó a una oficina realmente más grande. El cambio refleja el crecimiento en el tamaño del equipo de Schroders en Brasil durante los últimos años, con cerca de treinta personas ubicadas en San Pablo.
Este aumento se ha dado en conjunto con el aumento en los activos en gestión. En la actualidad, Schroders se ubica entre las cinco principales gestoras independientes que invierten en B3, la principal bolsa de valores, según datos de ANBIMA correspondientes a fines de febrero de 2022.
Es bueno estar de vuelta, pero el mundo ha cambiado
Soy más consciente que nunca del impacto de los viajes en el planeta. Schroders se ha comprometido a lograr la neutralidad de carbono en todas sus operaciones, y los inversores, como yo, jugamos un rol clave en esto. Si bien tomar un medio de transporte distinto al avión para viajar a Brasil no es una opción, los dos últimos años nos han demostrado qué cosas podemos lograr con la tecnología. Así que, enfatizo en los beneficios de las reuniones presenciales al tiempo que reconozco que el mundo ha cambiado. Todos debemos contribuir a lograr el cero neto; por mi parte, haré menos viajes de negocios que antes.
Este viaje, sin embargo, me recordó el valor de un enfoque híbrido. Durante mi semana en Brasil, me reuní con veinticuatro empresas de diversos sectores. Evaluar sus opiniones y perspectivas en persona fue increíblemente beneficioso. Aprendí mucho más de lo que hubiera podido a través de una pantalla en una videollamada desde Londres.
Los equipos gerenciales de las empresas también fueron extraordinariamente generosos con su tiempo. En muchos casos, la Alta Gerencia nos dedicó bastante más de una hora. Muchos mencionaron que fuimos el primer inversor que conocieron en dos años, y eso incluía a los inversores con sede en Brasil. Incluso tuvimos tiempo de debatir con un CEO sobre las burbujas financieras del siglo XIX y conocer las opiniones de otro en materia de metaverso.
Conclusiones clave sobre Brasil
- Recuperación en forma de K. La recuperación económica no ha sido equitativa; las personas de ingresos bajos a medios son las más golpeadas. Esto podría tener consecuencias en el resultado de las elecciones presidenciales de octubre y la futura política.
- La inflación y las tasas serán más altas por más tiempo. Esto le pondrá presión al ingreso disponible y a la economía nacional, pero debería dar apoyo a la moneda y ayudar a mantener las expectativas de inflación estables, si no más bajas.
- El crecimiento económico podría sorprender favorablemente.Comenzamos el año con expectativas de crecimiento económico muy bajas. Hay lugar para una sorpresa favorable, pero es probable que llegue, en principio, desde el sector exportador.
- Las perspectivas empresariales individuales varían considerablemente. Desde el punto de vista del mercado de renta variable, este año, los exportadores están mejor posicionados que las empresas centradas en el mercado doméstico.
- El problema con muchas “acciones de crecimiento” no es solo la suba de las tasas de interés. En los últimos años, la rentabilidad alta y las tasas de interés bajas atrajeron capital en exceso en sectores como el comercio electrónico, las tecnofinanzas y los bienes raíces. Los nuevos participantes, muchos con bolsillos llenos, llegaron para quedarse. El aumento de la competencia le puso presión a la rentabilidad de las empresas.
- Los bancos líderes han sido gestionados de manera prudente durante la pandemia, aún no han experimentado una competencia importante en materia de préstamos de parte de los actores del sector de tecnofinanzas y ven un escenario favorable de tasas más altas y diferenciales mejores.
- En cierta medida, ha habido un efecto de “venganza de la vieja economía”, impulsado por el sector de materiales y las acciones de los bancos. Estos sectores han perdido popularidad durante un tiempo. Brasil es un productor de bajo costo de muchas commodities e, incluso, posee una combinación de energías mayormente hidráulica. Como resultado, el sector de materiales se beneficia de la suba de los precios y de una estructura de costos competitiva, ayudada por la debilidad del real brasileño.

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