Los bancos centrales vuelven a aumentar las tasas, pero ¿hasta cuándo?
Tras las subidas de las tasas de interés en los Estados Unidos, Europa y el Reino Unido, examinamos las diferentes perspectivas económicas a las que se enfrentan los respectivos bancos centrales.
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La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BoE) han aumentado sus tasas de interés en las últimas 24 horas como parte del endurecimiento de la política monetaria para frenar la inflación.
Nuestros economistas comparten sus opiniones sobre los distintos cambios políticos
La Fed da un pequeño paso más hacia la cumbre
El economista George Brown dijo lo siguiente:
La Reserva Federal (Fed) ralentizó el ritmo de ajuste en febrero, pero señaló que tiene previsto seguir aumentando las tasas en los próximos meses. Subió las tasas en 25 puntos básicos (pb), elevando el límite superior del rango objetivo al 4,75 %. Esto supuso una moderación con respecto al aumento de 50 puntos básicos de la última reunión y al anterior de 75 puntos básicos.
No obstante, el Comité ha declarado que tiene previsto endurecer aún más la política monetaria. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, trató de transmitir este mensaje en su conferencia de prensa, insistiendo en que la Reserva Federal tiene un "largo camino por recorrer" antes de poder declarar la victoria contra la inflación.
En el "gráfico de puntos" más reciente de diciembre, los responsables de las políticas estadounidenses preveían que la tasa de los fondos de la Reserva Federal subiría ligeramente por encima del 5 % este año. Tras la decisión de anoche, esto supondría un endurecimiento adicional de 50 puntos básicos en los próximos meses.
Evidentemente, la opinión de la Fed de que es apropiado un mayor ajuste presenta claros riesgos para nuestra opinión de que las tasas ya han tocado techo. Sin embargo, vemos al menos tres razones para pensar que esta habrá sido el último aumento:
- La actividad económica está empezando a suavizarse a medida que los aumentos de las tasas han ido ganando tracción. Y las medidas de previsión, como el indicador adelantado del Conference Board, parpadean en rojo.
- El mercado laboral muestra tímidas señales de recuperación. La demanda de trabajadores parece enfriarse, mientras que los despidos observados inicialmente en el sector tecnológico se están generalizando.
- La inflación se ha moderado de forma convincente y debería seguir haciéndolo. Si se excluye la categoría de vivienda, que tiende a ser rígida, el IPC subyacente ha descendido durante tres meses consecutivos.
Es posible que sea una opinión a la que también esté llegando la Reserva Federal. Aunque el presidente Powell subrayó que la Reserva Federal sería "prudente a la hora de declarar la victoria" sobre la inflación, su conferencia de prensa tuvo matices de una política monetaria expansiva, como el reconocimiento de que se estaba produciendo un "proceso desinflacionario".
También se mostró optimista respecto a la economía, señalando que veía el camino hacia una menor inflación sin un "declive económico realmente significativo ni un aumento significativo del desempleo". Aunque no es imposible, es un escenario al que seguimos otorgando una probabilidad baja.
Es una tarea titánica afinar el endurecimiento de la política monetaria hasta el punto de conseguir un aterrizaje suave frente a una recesión más severa, sobre todo teniendo en cuenta los largos y variables desfases asociados a un instrumento tan contundente como las tasas de interés oficiales.
Por este motivo, mantenemos nuestra opinión de que la economía estadounidense seguirá deteriorándose y caerá en recesión en 2023. Nuestra previsión es que la Reserva Federal se inclinará por los recortes a fin de este año, a medida que se centre en apoyar el crecimiento, que ya está totalmente descontado en el mercado.
Los bancos centrales estudian la salida del ciclo de aumentos
Azad Zangana, Senior European Economist and Strategist, dijo lo siguiente:
Tanto el Banco Central Europeo (BCE) como el Banco de Inglaterra (BoE) subieron sus principales tasas de interés medio punto porcentual, en un esfuerzo continuo por reducir la inflación hasta sus respectivos objetivos del 2 %. Ambos aumentos se ajustaron a las expectativas del consenso y a los precios de mercado.
La caída del precio del gas natural en Europa figura en ambas declaraciones, ya que ha contribuido en gran medida al aumento de las tasas de inflación en el último año. La importante caída de los precios desde fin del año pasado se señaló como un factor muy útil para reducir las tasas de inflación este año. En general, el IPC general ha retrocedido desde los máximos recientes, en línea con las previsiones oficiales. Ambas economías han registrado un crecimiento superior al previsto, aunque señalan que se espera que la actividad siga debilitándose en los próximos meses. Esto se debe en gran parte al aumento del costo de la vida y de las tasas de interés, que aún no han repercutido plenamente en los hogares.
La situación del mercado laboral sigue siendo tensa y las tasas de desempleo se mantienen bajas. Aunque el ritmo de crecimiento de la contratación ha retrocedido considerablemente. Tanto los expertos del BCE como el BoE prevén que la inflación salarial se mantenga firme a corto plazo, en respuesta al aumento de las tasas de inflación. Pero, dada la disminución de la demanda de personal, los riesgos de una espiral de inflación salarial están disminuyendo.
Inusualmente, el BCE decidió dar firmes indicaciones de que el Consejo de Gobierno tiene intención de volver a aumentar las tasas de interés en marzo en otros 50 puntos básicos. En el pasado, el Consejo ha intentado no preanunciar cambios de política, pero en esta ocasión consideró que los indicadores actuales no cambiarían la senda a corto plazo. El BCE ha declarado que a partir de marzo "...evaluará la trayectoria posterior de su política monetaria", lo que podría crear una oportunidad para pausar los aumentos de las tasas. Aunque la presidenta del BCE, Lagarde, dijo en la última conferencia de prensa que no había ningún compromiso contraído a partir de marzo, nuestra expectativa, junto con la del mercado, es que las tasas de interés se mantendrán sin cambios a partir de ese momento. Esta afirmación se vio respaldada por el comentario de Lagarde de que los riesgos para la inflación son ahora más "equilibrados".
El BCE también anunció un pequeño endurecimiento cuantitativo, su primer intento de revertir las medidas de apoyo a la liquidez. Permitirá el vencimiento de hasta 15.000 millones de euros en marzo, abril y junio de este año. Se trata de una cantidad muy pequeña en comparación con el volumen del balance del BCE, pero no deja de ser un primer paso importante para tantear el terreno y ver cómo reaccionan los mercados europeos de renta fija. Si tiene éxito, es de esperar que vengan más.
En el caso del Banco de Inglaterra, el Comité de Política Monetaria (MPC) no hizo ningún preanuncio sobre la futura trayectoria. Aunque el riesgo de una inflación persistentemente alta en el Reino Unido sigue siendo muy elevado, la previsión central se ha rebajado, en parte debido a la menor inflación de la energía. Por otra parte, las previsiones de inflación IPC del BoE muestran que si las tasas de interés subieran de acuerdo con las expectativas del mercado, la inflación sería inferior al objetivo del BoE a partir de 2024, lo que indica indirectamente que el perfil es demasiado alto.
El acta de la reunión del Banco de Inglaterra afirmaba que la última subida de 50 puntos básicos "...abordaría el riesgo de que las presiones internas sobre los salarios y los precios se mantuvieran elevadas incluso cuando disminuyeran las presiones de los costos externos". Además, "el MPC seguirá vigilando de cerca los indicios de presiones inflacionarias persistentes, en particular la rigidez de las condiciones del mercado laboral y el comportamiento del crecimiento salarial y de la inflación de los servicios. Si hubiera indicios de presiones más persistentes, sería necesario un mayor endurecimiento de la política monetaria". Esto sugiere que las tasas de interés del Reino Unido pueden estar ahora en su punto más alto para este ciclo.Aunque creemos que la inflación en el Reino Unido se mantendrá por encima de las previsiones del BoE, no creemos que esto impida al MPC detener los aumentos de las tasas.
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