Tres retos a los que se enfrenta el nuevo primer ministro Sunak para estabilizar el barco del Reino Unido
Los diputados conservadores han designado a Rishi Sunak como nuevo primer ministro del Reino Unido. Ahora debe tranquilizar a los inversores, reunir a su partido y recuperar la confianza de los votantes.
Tras cuatro días de giros, Rishi Sunak ha sido nombrado líder del Partido Conservador y, en consecuencia, se ha convertido en el nuevo primer ministro.
Se trata de un brusco cambio de suerte para el excanciller. Apenas siete semanas antes, perdió frente a Liz Truss en la contienda por el liderazgo de este verano por un margen de 43 % a 57 %. Pero las celebraciones de su "coronación" no durarán mucho, ya que al primer ministro le espera una tarea aleccionadora en la que debe calmar a tres grupos distintos:
- Lo más importante es que los inversores tengan la seguridad de que las finanzas públicas están en una trayectoria sostenible. Los mercados han reaccionado positivamente a su nombramiento por su reputación conservadora en materia fiscal y su experiencia previa como canciller. Pero esta credibilidad debe consolidarse con la declaración fiscal prevista para el 31 de octubre. Los informes sugieren que se recaudarán decenas de miles de millones de libras mediante la reforma de los impuestos sobre las ganancias de capital, además de la extensión de la congelación de los umbrales y las deducciones del impuesto a las ganancias en el próximo período parlamentario. También tendría sentido mantener a Jeremy Hunt como canciller en pos de la estabilidad.
- En segundo lugar, debe reunir a las facciones enfrentadas de los diputados conservadores. Tanto la facción moderada como la derecha del partido se han visto enfrentadas en la contienda por el liderazgo del verano. Y las tensiones se agudizaron aún más cuando Liz Truss nombró a personas leales en puestos clave de su gobierno mientras destituía a quienes habían apoyado a su rival en el liderazgo. Una remodelación del Gabinete que refleje mejor el espectro ideológico del partido contribuiría a promover la armonía entre los diputados conservadores.
- En tercer lugar, debe recuperar a los votantes antes de las próximas elecciones generales. Las encuestas indican actualmente una diferencia de 32 puntos entre los conservadores y el Partido Laborista. Revertir este déficit será quizás su mayor reto. En parte debido a la magnitud del daño a la reputación que ha sufrido su partido en el último mes. Pero también porque gran parte de los obstáculos a los que se enfrenta el Reino Unido proceden del extranjero y, por tanto, están fuera de su control.
Será difícil aplacar a los tres al mismo tiempo. Pocas cosas son tan impopulares entre los votantes como el aumento de los impuestos y la austeridad fiscal, aunque la alternativa pondría al primer ministro directamente en una situación de conflicto con los inversores.
Como antiguo canciller, será muy consciente de la necesidad de reducir los costos de endeudamiento del Reino Unido mediante la reducción de los diferenciales. Por lo tanto, Sunak no tiene más remedio que ponerse al nivel de la opinión pública y decir que hay que tomar decisiones difíciles en beneficio del país. Es una historia difícil de vender, especialmente cuando las elecciones generales están cada vez más cerca.
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