¿El sector energético de China está en camino de alcanzar los objetivos de descarbonización?
Examinamos lo que los inversores deben tener en cuenta al evaluar el progreso de las empresas energéticas chinas hacia el objetivo cero neto y reflexionamos sobre la diferencia entre la trayectoria global del sector energético que propone la SBTi y nuestras trayectorias previstas.
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El Acuerdo de París de 2015 estableció un objetivo general para que las naciones de todo el mundo se esforzaran por limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. No obstante, los desafíos y las oportunidades asociados a este objetivo pueden variar significativamente según las distintas regiones y sectores. Los inversores deberán tener en cuenta estos matices a la hora de dialogar con las empresas acerca de sus objetivos de descarbonización.
Como centro mundial de fabricación, China es el mayor emisor de CO2 del mundo. Ha fijado el objetivo "30-60", es decir, que las emisiones de carbono alcanzarán su punto máximo antes de 2030 y se situarán en cero neto en 2060. El sector energético de China es responsable del 47 % de las emisiones totales de CO2 del país y desempeñará un papel fundamental en la consecución de la ambición del país de llegar a cero emisiones netas.
En el presente artículo examinamos el sector energético de China y estudiamos su trayectoria y sus caminos hacia el cero neto.
Dinámica regional: menos firmantes de la SBTi del sector energético en Asia que en Europa
En los últimos años, las iniciativas que proporcionan orientaciones sectoriales específicas sobre las vías de descarbonización, como la iniciativa de objetivos basados en la ciencia (SBTi, Science-Based Target Initiative), han cobrado un gran impulso. Esto forma parte de los crecientes esfuerzos normativos para promover la planificación de planes de transición por parte de empresas e instituciones financieras. Los objetivos de las empresas se consideran "basados en la ciencia" si se ajustan a lo que la ciencia climática más reciente considera necesario para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
Cuando examinamos la distribución de los objetivos validados por la SBTi entre los distintos sectores, observamos que la industria de generación de energía es la que menos los utiliza. Europa va a la cabeza con más de tres cuartas partes de los objetivos, mientras que en Asia tan solo ocho empresas energéticas han establecido objetivos basados en la ciencia, y ninguna de ellas es de China continental.
Observamos que, si bien la SBTi promueve vías sectoriales globales, se han proporcionado menos orientaciones sobre las diferencias regionales específicas del sector energético. Esto explica probablemente la composición de las empresas que han optado por fijar y validar objetivos.
Conscientes de la necesidad de conocer mejor los puntos de referencia y las trayectorias regionales, hemos emprendido una investigación para estudiar las trayectorias del sector energético en China.
Nos basamos en la investigación sobre el clima (Jiankun He et al, 2022, Towards climate neutrality) realizada por el Instituto de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible (ICCSD, Institute of Climate Change and Sustainable Development) de la Universidad de Tsinghua. El ICCSD está ampliamente reconocido como una de las fuentes más creíbles sobre la transición hacia una economía de cero emisiones netas en China, y es conocido por sus profundos conocimientos en investigación energética y medioambiental y su estrecha interacción con los responsables de las políticos.
El ICCSD ha esbozado varios escenarios de transición climática a largo plazo para China, basados en hipótesis cuantitativas derivadas de los objetivos de desarrollo económico y social del país.
Las principales conclusiones del análisis son las siguientes:
- Hay muchas probabilidades de que China alcance el pico de emisiones antes de 2030 y supere su objetivo de energía no fósil, que aspira a que los combustibles no fósiles representen el 25 % del consumo de energía primaria en 2030. Sin embargo, persisten incertidumbres sobre el nivel máximo absoluto, la reducción de la intensidad de carbono y las emisiones per cápita.
- El actual desarrollo económico y social de China es una consideración importante a la hora de proyectar el camino de la descarbonización del país. En concreto, China tiene la ambición de convertirse en un país socialista moderno para 2035, lo que implica un objetivo económico de duplicar el PIB per cápita para 2035. Esto conduce a una "inercia" a la hora de abordar las emisiones y plantea desafíos en la rápida transición de las emisiones para alinearse con la trayectoria hacia los 1,5 grados. Como resultado, la trayectoria de las emisiones totales de CO2 de China puede estancarse en niveles altos de emisiones entre 2030-2035 antes de experimentar un fuerte descenso a partir de entonces.
- Según nuestro análisis de todos los escenarios climáticos elaborados por la Universidad de Tsinghua, parece más probable, teniendo en cuenta las políticas actuales de China, una trayectoria hacia 2 °C que suponga una transición acelerada a partir de 2035 y una emisión de 1,5 t de CO2 per cápita para 2050.
¿Qué significa esto para el sector energético?
Hemos utilizado los datos del escenario climático del ICCSD de Tsinghua y hemos incorporado supuestos descendentes y ascendentes para proyectar posibles trayectorias de emisiones del sector energético chino en nuestro propio modelo. A continuación presentamos algunas trayectorias derivadas de nuestro modelo:
Nota para el gráfico:
ENDC (descendente): basada en la trayectoria de emisiones totales de CO2 de China según el escenario de Contribución Nacional Determinada Mejorada (ENDC, Enhanced National Determined Contribution) de Tsinghua, y en nuestras hipótesis sobre la proporción de emisiones del sector energético en las emisiones totales de China.
2 °C (descendente): basada en la trayectoria de emisiones totales de CO2 de China según el escenario de 2 °C de Tsinghua, junto con nuestras hipótesis sobre la proporción de emisiones del sector energético en las emisiones totales de China.
1,5 °C (descendente): basada en la trayectoria de emisiones totales de CO2 de China según el escenario de 1,5 °C de Tsinghua, junto con nuestras hipótesis sobre la proporción de emisiones del sector energético en las emisiones totales de China.
SBTi 1,5°C: basado en la curva global del sector energético de la SBTi de 1,5°C y en nuestras hipótesis sobre el presupuesto de emisiones regionales.
2 °C (ascendente): basado en las previsiones de generación de energía según el escenario de 2°C de Tsinghua y nuestras hipótesis sobre la intensidad de las emisiones energéticas.
ENDC (ascendente): basado en las previsiones de generación de energía según el escenario ENDC de Tsinghua y nuestras hipótesis sobre la intensidad de las emisiones energéticas.
¿Qué tecnologías ayudarán a las empresas energéticas chinas a descarbonizarse?
Nuestro análisis muestra que la energía eólica y la solar desempeñarán un papel fundamental a la hora de impulsar la transformación del sector energético chino en todos los escenarios. Prevemos un aumento sustancial de la capacidad eólica y solar, con un crecimiento previsto entre seis y diez veces superior en 2050 en comparación con 2020.
Del mismo modo, se espera que la capacidad nuclear experimente un crecimiento significativo, alcanzando hasta seis veces su capacidad de 2020 para 2050. Sin embargo, debido a la escasez de recursos, el crecimiento de la capacidad hidroeléctrica seguirá siendo limitado.
Al margen de la adopción de energías renovables, el ritmo de reducción progresiva del carbón y el desarrollo de tecnologías como la captura y almacenamiento de carbono (CAC) también podrían tener repercusiones significativas en las trayectorias de emisiones del sector energético chino.
Además, aunque la capacidad instalada de carbón descienda significativamente después de 2030, es probable que el carbón siga utilizándose de forma significativa dentro y fuera del sector eléctrico hasta 2050. Esto concuerda con la observación de que se calcula que las centrales de carbón recién aprobadas cerrarán tras un periodo medio de 30 años de vida útil.
¿Cuál es la conclusión clave de nuestro modelo?
Basándonos en nuestras proyecciones, hemos observado una diferencia entre la curva de potencia global de la SBTi y las otras trayectorias proyectadas, incluso cuando se compara con una trayectoria de 1,5°C en nuestro modelo (la curva Tsinghua de 1,5°C en la Figura 2). Esto sugiere que una curva sectorial global puede no tener en cuenta adecuadamente la dinámica única y el ritmo diferenciado de cambio en el sector energético chino.
Aunque la SBTi ofrece un valioso marco sectorial para establecer objetivos basados en la ciencia y alineados con los objetivos del Acuerdo de París, es importante que los inversores reconozcan que existen enfoques y vías alternativos que podrían contribuir a alcanzar las cero emisiones netas.
A medida que los inversores y los responsables de las políticas navegan por la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono, es importante tener en cuenta las circunstancias específicas y los desafíos a los que se enfrentan los distintos sectores regionales. Los compromisos con las empresas individuales serán valiosos, ya que este enfoque permite una comprensión más profunda de los desafíos asociados con el cumplimiento de las vías de descarbonización sectoriales y específicas de cada país a un nivel minucioso.
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