¿Qué mercados parecen más baratos en la recta final de 2020?
De un campo verde a un mar rojo, Duncan Lamont actualiza su análisis regular de cómo se ven las valoraciones de cinco mercados bursátiles mundiales

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Aunque el virus en sí no ha desaparecido, en lo que respecta a los mercados financieros lo peor quedó atrás en marzo. En ese momento, una cartera típica de acciones globales perdió hasta un tercio de su valor en sólo seis semanas.
Las acciones se han disparado
Pero, como suele ser habitual, la desesperación suele crear, en retrospectiva, algunas fantásticas oportunidades de compra en el mercado de renta variable. En este entorno, desde marzo las bolsas se han disparado.

Mientras que la producción económica y los beneficios corporativos se han derrumbado
Para muchos, esta recuperación se ha producido mientras que el crecimiento económico se derrumbaba, los beneficios de la mayoría de las empresas disminuían y los dividendos se reducían drásticamente.
Sin embargo, una divergencia entre los datos económicos y los precios de las acciones no es tan sorprendente como se podría pensar. Los mercados bursátiles miran hacia delante, por lo que la recuperación refleja en parte el optimismo de que la situación mejorará. En este caso, los gobiernos y los bancos centrales también han apuntalado la recuperación con su impresionante apoyo fiscal y monetario.
Las valoraciones están caras
La gran desventaja de que los precios de las acciones se hayan adelantado tanto a los fundamentales de las empresas (por ejemplo, los beneficios) es que, cuando actualizamos nuestro análisis de las valoraciones de las bolsas, no vemos buenas noticias.

De las 25 medidas de valoración de los mercados de valores de la tabla (cinco mercados y cinco medidas para cada uno), 19 están en territorio caro. 12 están un 20% por encima de la mediana de los últimos 15 años. Nada parece especialmente barato. En general, los inversores tienen que prepararse para obtener menos rentabilidad de la esperada.
¿Qué implicaciones tiene para la inversión?
El mercado estadounidense destaca por ser el más caro, se mire por donde se mire. Sin embargo, esto no es nuevo. Ha estado caro en términos de valoración durante años, pero ha seguido superando a otros mercados.
Las acciones FAMAG - Facebook, Apple, Amazon, Microsoft y Google - se han beneficiado de muchas tendencias que se han acelerado este año: uso de la tecnología, desarrollo de la nube, teletrabajo, compras online y así sucesivamente. En un mundo de bajo y decreciente crecimiento, la gran expansión que estas empresas han sido capaces de ofrecer ha sido muy apreciada por los inversores.
Sin embargo, los precios actuales de estas acciones se han convertido en previsiones de crecimiento bastante épicas para el futuro y queda por ver si pueden cumplirlas. El foco regulatorio también está pesando sobre ellas. Los riesgos abundan y las valoraciones son claramente caras, pero habría que ser un inversor muy osado para no incluir EE.UU. dentro de una cartera global.
Las valoraciones en otros mercados son más baratas, pero están lejos de considerarse baratas en términos históricos. Hay que tener en cuenta que, con EE.UU. representando casi el 60% del mercado de valores mundial (y el 66% de los mercados desarrollados), muchos inversores inconscientemente tienen mucha exposición al mercado estadounidense. Esto puede haberles servido de mucho, pero, por aburrido que parezca, una cartera más diversificada sobre una base geográfica puede soportar mejor una gama de posibles resultados.
Finalmente, la buena noticia para la renta variable es que casi todas las opciones de inversión parecen caras. Por ejemplo, los rendimientos del efectivo y de los bonos son muy bajos. Los inversores tienen que poner su dinero en algún activo y la falta de alternativas atractivas podría ayudar a sostener las acciones, a pesar de las valoraciones poco atrayentes. También es difícil que esto cambie pronto.
El valor de las inversiones y los ingresos de las mismas pueden bajar así como subir y los inversores pueden no recuperar las cantidades originalmente invertidas
Esta información no constituye una oferta, solicitud o recomendación de compra o venta de ningún instrumento financiero ni de adopción de ninguna estrategia de inversión.
Los pros y los contras de las medidas de valoración del mercado de valores
Al considerar las valoraciones del mercado de valores, hay muchas medidas diferentes a las que los inversores pueden recurrir. Cada una cuenta una historia diferente. Todas tienen sus ventajas y sus inconvenientes, por lo que un enfoque integral que tenga en cuenta los mensajes que nos dan los diferentes indicadores, a menudo contradictorios, es el que tiene más probabilidades de dar frutos.
PER adelantado
Es una medida de valoración muy común es el PER (Price to Earnings Ratio por sus siglas en inglés) o múltiplo de precio-beneficio. Se calcula dividiendo la capitalización bursátil de la compañía (precio por acción x número de acciones) entre el beneficio neto estimado para los próximos 12 meses. Un número más bajo representa un mejor valor.
Un inconveniente obvio de esta medida es que se basa en previsiones y nadie sabe lo que las empresas ganarán en el futuro. Los analistas tratan de estimar esto pero frecuentemente se equivocan, sobreestimando en gran medida y haciendo que las acciones parezcan más baratas de lo que realmente son.
PER de los últimos 12 meses
Funciona de manera similar a la anterior pero tiene en cuenta los beneficios de los últimos 12 meses. A diferencia del PER adelantado, no implica previsión. Sin embargo, tener en cuenta solo los últimos 12 meses también pueden dar una imagen desdibujada, sobre todo si las ganancias se han desplomado.
CAPE
También conocido como el PER de Shiller o el PER cíclico ajustado, es otro indicador clave para los analistas. Se conoce comúnmente como CAPE para abreviar o el P/E de Shiller, en deferencia al académico que lo popularizó por primera vez, el Profesor Robert Shiller. Este múltiplo compara el precio actual de una compañía y lo divide por el promedio (media) del beneficio de los últimos diez años ajustado por la inflación. De este modo, evita el sesgo que tiene el PER de los últimos 12 meses a los beneficios más recientes. Esto suaviza las fluctuaciones a corto plazo de las ganancias.
Cuando la relación precio-beneficio de Shiller es alta, los rendimientos posteriores a largo plazo son típicamente pobres. Una desventaja es que es predice fatal los puntos de inflexión en los mercados. Los EE.UU. parecían caros según este indicador durante muchos años, pero eso no ha sido un obstáculo para que fueran volviendo cada vez más caros.
Precio valor contable (Price to book)
Compara el precio de una compañía con su valor contable o en libros. Un resultado elevado significa que una empresa está cara en relación con el valor contable de sus activos. Esto podría deberse a la previsión de un mayor crecimiento en el futuro.
Un valor bajo sugiere que el mercado la está valorando a poco más (o posiblemente incluso menos, si la cifra es inferior a uno) que su valor contable. Este vínculo con el valor de los activos subyacentes de la empresa es una de las razones por las que este enfoque ha sido popular entre los inversores más centrados en la valoración, conocidos como inversores value.
Sin embargo, para las empresas de tecnología o las empresas del sector de los servicios, que tienen pocos activos físicos, carece en gran medida de sentido. Además, las diferencias en las normas de contabilidad pueden dar lugar a variaciones significativas en todo el mundo.
Rendimiento del dividendo
Este ratio muestra los ingresos que se pagan a los inversores como porcentaje del precio. Ha sido un instrumento útil para predecir la rentabilidad futura. Un rendimiento bajo se ha asociado con menores rentabilidades futuras.
Sin embargo, si bien esta medida todavía tiene cierta utilidad, se ha desbaratado en las últimas décadas.
Una de las razones es que las "recompras de acciones" se han convertido en un medio cada vez más popular para que las empresas devuelvan dinero en efectivo a los accionistas, en lugar de pagar dividendos (la recompra de acciones ayuda a hacer subir el precio de las mismas).
Esta tendencia ha sido más evidente en los Estados Unidos, pero también se ha visto en otros lugares. Además, no tiene en cuenta el gran número de empresas de alto crecimiento que no pagan dividendos o pagan un dividendo bajo, prefiriendo en cambio reinvertir el excedente de efectivo en la empresa para financiar el crecimiento futuro.
Algunas reglas generales
Los inversores deben tener cuidado. La tentación de comparar simplemente una métrica de valoración de una región con la de otra puede ser muy alta, pero puede conllevar a errores. Las diferencias en las normas de contabilidad y la composición de los distintos mercados de valores hacen que algunos siempre coticen con valoraciones más caras que otros.
Por ejemplo, las acciones tecnológicas son más caras que algunos otros sectores debido a sus perspectivas de crecimiento relativamente altas. Por lo tanto, un mercado con una exposición considerable al sector de la tecnología, como el de los Estados Unidos, cotizará con una valoración más cara que en algún lugar como Europa. Cuando se evalúa el valor en los distintos mercados, es necesario establecer un campo de juego uniforme para superar este problema.
Una forma de hacerlo es evaluar si cada mercado está más caro o más barato de lo que ha estado históricamente.
Lo hemos hecho en el cuadro anterior para las métricas de valoración expuestas anteriormente, sin embargo, esta información no es fiable y no debe tomarse como una recomendación para comprar/y o vender. Si no está seguro de sus inversiones hable con un asesor financiero.
Por último, los inversores deben tener siempre presente que las rentabilidades pasadas y las pautas históricas del mercado no son una guía fiable para el futuro y que su dinero está en peligro, como ocurre con cualquier inversión.
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